¿Cómo describirías las Terapias Avanzadas?
En dos palabras te diría que son la medicina del futuro. Me explico. El término Terapia Avanzada generalmente se utiliza como sinónimo de terapias con células madre y esto no es real. Las Terapias Avanzadas son un concepto mucho más amplio, porque abarcan la terapia génica, la ingeniería de tejidos… Lo que sí es cierto es que es esa nueva medicina, esos nuevos tratamientos que llevan mucho tiempo desarrollándose a nivel preclínico y que, en muy poquito tiempo, han dado la vuelta a la medicina actual. De cara al paciente, serían esas nuevas terapias que hoy por hoy están ofreciendo tratamiento a patologías que hace escasamente 5 ó 10 años no tendrían posibilidad de tener una alternativa terapéutica. Es cierto que hay que ser prudentes y que estamos al inicio de un desarrollo enorme, pero yo creo que en poquito tiempo se han dado pasos muy grandes.
A la vista está que se han dado grandes pasos, a juzgar por el recorrido del NC1
Son medicamentos vivos, por eso las condiciones y los requisitos son mucho más especiales. Es importante tener un poco de paciencia porque en el momento en que implementas en el Sistema Nacional de Sanidad una terapia como es en este caso, da la sensación de que ya hemos llegado a la solución. Y yo siempre intento poner un punto de cautela. Es un paso importante, tanto desde el punto de vista científico, como de cara al paciente, pero fijémonos en el caso de los trasplantes de órganos. Llevamos más de 50 años trasplantando órganos y todavía siguen por desgracia fracasando por rechazos crónicos. Bueno, pues el caso que nos ocupa es un poco igual, estamos en ese inicio de una nueva medicina. En trasplantes hemos avanzado mucho, pero nos queda mucho por recorrer porque nos queda mucho por aprender. No hemos aprendido todavía a evitar ese rechazo.
En Terapias Avanzadas, nos queda mucho por aprender de estos medicamentos vivos, tanto en terapia génica, como en terapia celular e ingeniería de tejidos. Nos quedan muchos aspectos que perfilar, aunque hayamos avanzado mucho.
Lo que sí podemos decir con seguridad es que sabemos que es un tratamiento seguro para el paciente. Hemos aprendido mucho de seguridad, nos queda mucho por aprender en cuanto a cómo funcionan: cómo conservarlos, cómo transportarlos para que no pierdan sus características biológicas, es decir, nos quedan esos años que le hemos dado al trasplante de órganos para que sea una realidad. Sabemos que, en términos de medicina, diez, quince años de desarrollo, son muy poquito. Por eso tenemos que dar ese tiempo y ese margen a las terapias avanzadas.
Hablamos hoy de un trasplante renal, de un trasplante cardiaco, de un trasplante pulmonar y lo damos como una realidad, pero han sido más de cincuenta años de estudios. Parece que a veces a las Terapias Avanzadas les pedimos milagros, a veces posiblemente por culpa de los propios profesionales, que a lo mejor somos poco cautos a la hora de emitir resultados. Siempre digo que incluso de los fracasos aprendemos, porque somos conscientes de que estamos al inicio. De momento, hemos aprendido algo buenísimo: que para el paciente es seguro.
Tener claro que el tratamiento NC1 es seguro para los pacientes es un gran paso desde el punto de vista clínico…
¡Claro! Y para nosotros es un éxito. Para el paciente no es el éxito tan grande que quisiera obtener, pero en términos clínicos es un éxito. Ahora hacen falta unos cuantos años más de desarrollo para que ese éxito vaya de la mano de una eficacia mayor. Lógicamente, se ha demostrado eficacia porque si no, no estaríamos aquí, pero probablemente no lo que desearíamos todos. Por eso necesitamos un poquito más de tiempo para que esa seguridad vaya unida a una eficacia que realmente se traslade al paciente en términos de una mejoría espectacular. Y llegaremos. Lo sé. Confío. Si sabemos hacer las cosas…
¿En qué consiste el medicamento NC1?
Es un medicamento de Terapia Avanzada, que está constituido, como todo medicamento, por dos partes. Por un lado, el principio activo (que, en este caso, son células mesenquimales del estroma de la médula ósea del propio paciente; por otro, el excipiente, que está formado por una parte del plasma del paciente, de tal manera que el medicamento en sí es un medicamento autólogo, es decir, se fabrica a partir de sangre y médula ósea, dos materias primas del propio paciente. Todo su desarrollo y su indicación en estos momentos va dirigida al tratamiento de pacientes con lesión medular traumática y, además, crónicamente establecida. Es decir, pacientes que están en una situación, desde el punto de vista neurológico, estable. Que no hay ninguna posibilidad de que el paciente se pueda recuperar por sí mismo, desde el punto de vista neurológico, como puede ocurrir en pacientes que están en una fase aguda.